¿Qué?
Demiurgus es la obra que crea el concepto literario de «praeterhistoria ucrónica» y que sirve de base a una revisión profunda de la Historia que conocemos.
Toledo, año 2217. BJ es un científico cuya anodina vida da un giro el día que su mujer muere en un accidente. Desde entonces, se encerrará cada vez más en su trabajo, desesperado y aislado de la sociedad, hasta que hace un descubrimiento que cambiará su existencia y también la historia.
Pronto averiguará, sin embargo, que no se puede jugar a ser dios inocuamente, y que aquello en lo que había puesto su esperanza se ha transformado, de improviso, en el mayor reto al que ser humano se haya enfrentado jamás.
¿Quiénes?
Tandaia es una editorial con voluntad de cambio, de dar la alternativa a autores que no la encuentran en otro lugar, con nuevas y refrescantes ideas como es el emplear una campaña preventa para valorar la aceptación y viabilidad de cada título.
De este modo eres tú, ahora que te estás planteando cómo colaborar, el que decide si la obra que te presentamos verá la luz pasando a formar parte de nuestro catálogo... porque consideramos al lector parte fundamental del proceso.
Hoy te presentamos a Jaime Arias.
Abogado y escritor extremeño afincado en Toledo, Jaime Arias es Licenciado en Derecho por la Universidad de Castilla-La Mancha y se ha dedicado a la labor jurídica durante muchos años, ha ganado varios premios de relato corto y ha publicado otras dos novelas hasta la fecha: Charlot quiere morir y Ave de Fortuna.
Estudioso de Filosofía del Derecho, enamorado del arte y la historia, aficionado al cine y las nuevas tecnologías, y colaborador habitual de varios medios online.
Escritor versátil y elegante, apasionado de las historias que describen las pulsiones interiores del ser humano y el drama de vivir.
Siempre en busca de la historia definitiva.
¿Por qué?
Y por aquí una muestra de lo que encontraréis en sus páginas:
«―Señor Caherarsal, ¿me ha oído? ―le insistió el Presidente del Tribunal.
―¿Qué? ―preguntó BJ, volviendo en sí.
―Preste usted más atención, por favor ―le reconvino el Presidente―. Póngase en pie. Se le informa de su derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable. Si va usted a declarar, responda a las preguntas del Ministerio Fiscal. ¿Puede hacerlo?
―Sí, señoría ―replicó BJ, cada vez más acalorado.
El Fiscal intervino.
―Con la venia, señoría. Señor Caherarsal, ¿puede decirme cuál es su profesión y a qué se dedica?
BJ lo miró como estuviera viendo un fantasma. Las formas se difuminaban ante sus ojos y los sonidos adquirían extrañas modulaciones, el suelo se movía y las paredes parecían estar hechas de humo que danzara sobre una gran hoguera. Todo estaba girando. Se frotó los ojos y aclaró la garganta.
―No hace falta que gaste usted la energía en preguntarme, señor Fiscal ―respondió BJ―. Déjeme contarle todo como sucedió, aunque sé que usted quiere hacer su trabajo. Pero le ahorraré esfuerzos. Sí, confieso: engañé a mi ayudante, la convencí para lograr una autorización para entrar en el DAR5 (no crea usted que no sé cómo se llama ese lugar, en realidad lo sé todo de él). Nos disfrazamos, nos colamos y con toda la cara del mundo pusimos en marcha el reactor. ¿Y sabe usted por qué? Porque soy científico, porque estaba convencido de que podía viajar en el tiempo y porque estaba desesperado. Si hubiera usted tenido una mujer como la mía, si hubiera usted perdido a alguien tan increíble, también habría hecho lo mismo, aunque para ello hubiera tenido que enfrentarse a un ejército entero, aunque hubiera tenido que romper a mordiscos una montaña… Y sí, lo digo aquí y ahora, yo que soy científico, yo que soy uno de los mejores investigadores del mundo: ¡se puede viajar en el tiempo! ¡Yo lo hice! Fue una experiencia traumática, dolorosa, peligrosa y contradictoria. Pero lo hice. Y ustedes no tienen ni idea de lo que eso significa…
Se desplomó. Se cayó, simplemente. Perdió el conocimiento y dio un tremendo golpe contra el suelo de tarima. Los oficiales acudieron rápidamente a auxiliarlo, el Presidente suspendió la vista y el secretario llamó a la ambulancia. La escena fue grabada íntegramente por las cámaras del Juzgado. Todos y cada uno de los asistentes creyeron que estaba loco, salvo uno, que calló y meditó en su interior, abrumado por lo que había presenciado en las horas y días anteriores»
¿Cómo?
Para arrancar el proyecto nos hemos fijado como objetivo 840€; esta es la cantidad que recaudaríamos si alrededor de cincuenta mecenas se hiciesen, cada cual, con un ejemplar de esta primera edición.
- Teniendo acceso a las galeradas de edición.
- Recibiendo un ejemplar semanas antes de la salida al mercado de la obra.
- Si bien, también podrías ver tu nombre en los agradecimientos aportando un poco más.
Los fondos recaudados, se utilizarán como ayuda para sacar adelante esta primera edición de Demiurgus que saldría después a la venta.
Aviso para navegantes: La opción RESPALDAR es únicamente para realizar donaciones a la edición, por lo que no habrá comunicaciones posteriores en busca de datos de envío... cualquiera de las opciones válidas de reserva exige cumplimentar formulario para poder servir el pedido.
Además...
Sabemos que son tiempos difíciles, también nosotros los sufrimos, y es posible que no te encuentres en disposición de apoyarnos con tu mecenazgo en estos momentos... pero esperamos que si esto te ha llegado al alma, incluso si tal vez conoces en persona al autor, trates de difundir esta campaña (facebook, twitter, blogger, boca-oreja... ) para que alcancemos nuestra meta y Jaime Arias vea publicada su obra.
Gracias por vuestro tiempo.
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