¿Qué?
La amistad y el amor dan fuerzas a los personajes de El billete dorado para luchar contra la injusticia.
Un grupo de alumnos de instituto, que han acosado a un alumno y a un profesor, se suben a un tren para asistir a un concierto en Madrid. Sin embargo, por culpa de un extravagante científico ruso, son transportados al París ocupado por los nazis justo dos días antes de la Gran Redada de judíos. Algunos alumnos se convierten en agentes de la Gestapo, otros en judíos y otros en miembros de la Resistencia.
El objetivo de los protagonistas de la novela será doble. Por un lado, encontrar a todos sus compañeros judíos y, en especial a David, el alumno acosado, en paradero desconocido desde que fue detenido por los alemanes, y, por otro, localizar el mágico billete dorado que les permitirá regresar a sus casas en el presente.
¿Quiénes?
Tandaia es una editorial con voluntad de cambio, de dar la alternativa a autores que no la encuentran en otro lugar, con nuevas y refrescantes ideas como es el emplear una campaña preventa para valorar la aceptación y viabilidad de cada título.
De este modo eres tú, ahora que te estás planteando cómo colaborar, el que decide si la obra que te presentamos verá la luz pasando a formar parte de nuestro catálogo... porque consideramos al lector parte fundamental del proceso.
Hoy os presentamos a Miguel Ángel Viciana.
Nacido en Almería en 1959, es doctor en Filología Hispánica y trabaja actualmente como profesor de instituto. Su producción como escritor es amplia y variada e incluye la poesía, el ensayo, la novela y el relato, aparte de algunas publicaciones de carácter educativo. Ya antes de escribir El billete dorado, había demostrado su destreza en la recreación de acontecimientos y ambientes históricos. Ejemplos de ello son los relatos «La Rebeca» (basado en un hecho real y situado en la construcción de los refugios antiaéreos de Almería) o «La leyenda de Basti» (relato juvenil situado en la época de los íberos).
Para conocer al autor en su faceta de profesor, se puede visitar la web Gran Orator (http://www.granorator.com); en su faceta de aficionado a la astronomía en la web Nombres del Universo (http://www.nombresuniverso.com) y en la de escritor en la web Miguel Ángel Viciana (http://miguelangelviciana.com).
¿Por qué?
Y por aquí una muestra de lo que encontraréis en sus páginas:
«No hubo tiempo de sentir miedo. Al salir del túnel, el tren recuperó la normalidad. La niebla había desaparecido y se habían encendido las luces. La única diferencia era que el traqueteo del tren, que apenas se notaba habitualmente, ahora semejaba al de un tren antiguo. El tren disminuyó la marcha hasta detenerse en una parada.
—¡Mirad! —gritó Pedro.
—¡Están rodando una película! —subrayó Ana, su novia.
No era una parada normal, sino un apeadero en el que destacaba un edificio con tejas grises. Por las ventanas de la derecha observamos varios soldados alemanes de la Segunda Guerra Mundial, algunos de los cuales llevaban perros en actitud vigilante. También había algunos civiles que vestían con trajes de la misma época. Reparé en que las telas de los vestidos estaban peor planchadas de lo habitual. Pensé que el director de la película habría exigido que, para mayor realismo, se utilizasen tejidos originales.
Por la ventana de la izquierda contemplamos los típicos vagones de ganado que transportaban judíos a los campos de concentración. De algunas estrechas ranuras salían también las típicas manos de los judíos, lo único que indicaba que dentro había seres humanos. Una mano femenina tiró un papel doblado cuidadosamente. Un ferroviario lo recogió y, disimuladamente, lo introdujo en su bolsillo. Supongo que se trataría de un mensaje para algún familiar.
Intenté descubrir dónde se hallaban situadas las cámaras del rodaje sin conseguirlo. No se distinguía tampoco la parafernalia habitual de los rodajes. Algún compañero quiso hacer alguna fotografía con su móvil, pero no le funcionaba. Nuestro tren se puso en marcha de nuevo.
Me entró un gran sopor y me dormí. Me desperté al disminuir la marcha del tren. Mi mente registraba imágenes, olores y ruidos que era incapaz de procesar. A mi lado estaba sentado David con la cabeza inclinada. Me pareció muy agobiado. Abrieron la puerta del vagón con energía. Entró un oficial alemán seguido de un soldado armado con una metralleta. En sus gorras destacaba una pequeña calavera.
—¡Heil Hitler! —me saludaron estirando enérgicamente el brazo con la palma abierta hacia abajo»
¿Cómo?
Para arrancar el proyecto nos hemos fijado como objetivo 880€; esta es la cantidad que recaudaríamos si alrededor de cincuenta mecenas se hiciesen, cada cual, con un ejemplar de esta primera edición.
- Teniendo acceso a las galeradas de edición.
- Recibiendo un ejemplar semanas antes de la salida al mercado de la obra.
- Si bien, también podrías ver tu nombre en los agradecimientos aportando un poco más.
Los fondos recaudados, se utilizarán como ayuda para sacar adelante esta primera edición de El billete dorado que saldría después a la venta.
Además...
Sabemos que son tiempos difíciles, también nosotros los sufrimos, y es posible que no te encuentres en disposición de apoyarnos con tu mecenazgo en estos momentos... pero esperamos que si esto te ha llegado al alma, incluso si tal vez conoces en persona al autor, trates de difundir esta campaña (facebook, twitter, blogger, boca-oreja... ) para que alcancemos nuestra meta y Miguel Ángel Viciana vea publicada su obra.
Gracias por vuestro tiempo.