¿Qué?
Los días es una dura narración acerca de la vida, de la aceptación de la naturaleza de esta, y de la transición de joven a adulto.
Albert e Italo se conocen en París gracias a una beca Erasmus. Durante ese curso nace entre ambos una amistad indefinible. Dos años después Albert recibe un mensaje en México, donde vive temporalmente: Italo ha muerto. En ese país que le es extraño, Albert se sumirá en un profundo abismo de desolación que lo conducirá hasta el umbral de la locura. Para sobrevivir a la tristeza se aferrará a los recuerdos del año que vivió en París.
Escrito con la ternura con la que se recuerdan los momentos felices y la melancolía asombrada de quien ha sobrevivido a los malos, Los días capta la esencia del descubrimiento de la vida y del amor en la sociedad actual.
¿Quiénes?
Tandaia es una joven editorial con voluntad de cambio, de dar la alternativa a autores que no la encuentran en otro lugar, con nuevas y refrescantes ideas como es el emplear una campaña preventa para valorar la aceptación y viabilidad de cada título.
De este modo eres tú, ahora que te estás planteando cómo colaborar, el que decide si la obra que te presentamos verá la luz pasando a formar parte de nuestro catálogo... porque consideramos al lector parte fundamental del proceso.
Hoy te presentamos a Alejandro Molina Bravo.
Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense, ha vivido en Madrid, París, Puebla (México) y Potsdam (Alemania), y ejercido la crítica cultural y cinematográfica para medios como Soitu y Culturamas, actividad que ha compaginado con la escritura. En 2007 escribió el relato «Hombre caminando sobre el mar (óleo sobre lienzo)» para el catálogo de la exposición antológica La inquietud de las cosas, del pintor José Ibarrola. En 2009 su microrrelato «Prólogo» apareció en la antología Cuentos para sonreír, de la Editorial Hipálage. Asimismo, ha publicado en las revistas La Espiral, Indias/Indies y Quimera.
Sus relatos han sido galardonados con la Mención Honorífica en el II Concurso «Los Hermanos» de Aldeas Infantiles; el Premio Absoluto en el XXV Concurso de Cuentos Noble Villa de Portugalete; el II Concurso de Relatos de la revista literaria Zenda (con un jurado compuesto por los escritores Juan Eslava Galán y Lea Vélez, entre otros) y el Premio Energheia España 2016 concedido en Matera (Italia).
En 2016 escribió y dirigió la obra de microteatro Término. Su último proyecto ha sido Carta al padre, exposición basada en su relato Afeitarse, comisariada por Andrea Perissinotto y con obras de la artista Anamusma.
¿Por qué?
Y por aquí una muestra de lo que encontraréis en sus páginas:
«Este es el libro que siempre quisiste escribir, como nunca quisiste escribirlo.
Esta es la primera página que escribes. Habrá una última, lo sabes.
Porque el libro ha empezado, tú lo has empezado.
Y todo lo que empieza acaba.
También este libro, que no querías empezar.
Porque no quieres que acabe»
«Nos hicimos una foto cuando llegamos al coche. Colocamos la cámara sobre un generador eléctrico y pusimos el temporizador. Tengo mi mano en su hombro y él la suya en mi cintura. Miramos la luz roja parpadeante, que parece que no se va a apagar nunca. Reímos. Hacemos otra foto igual. Volvemos a reír.
—¿Estás más alto? —pregunté.
—Yo creo que no, pero mis abuelos me dijeron lo mismo cuando volví de París.
Montamos en el coche. Me llevó hasta otra plaza céntrica para que siguiera visitando la ciudad por mi cuenta. Paró a un lado de la carretera. Nos quedamos en silencio.
Cabizbajos, nos lanzábamos breves miradas huidizas.
Me invadía una sensación agridulce, de umbral no cruzado, de final antes de tiempo, de bella posibilidad irrealizada.
—Bandrus —dijo Italo en voz baja, con la vista en el regazo.
—¿Sí?
—¿Yo hablo tan mal francés como la mujer que nos encontramos antes?
—¡En absoluto! Tú hablas francés mucho mejor que ella, ¡pero mucho mucho!
Italo sonrió, nos miramos, le revolví el pelo, nos reímos, nos miramos.
—Addio —dije.
Lo miré un instante más y salí del coche.
No sabía si volvería a verle, si nuestra amistad perduraría, si el paso del tiempo nos volvería unos extraños como lo habíamos sido y todavía éramos en parte. Sólo sabía que le había conocido y que eso me hacía sentir bien.
Caminé hacia la plaza sin volverme, aunque sabía que él me miraba marchar a través de la ventanilla. Entonces sentí que olvidaba algo. «El móvil», pensé. Me palpé los bolsillos, se me debía de haber caído en el asiento del copiloto. Di media vuelta y vi cómo el coche plateado comenzaba a alejarse. Corrí unas calles detrás de él, pero no logré alcanzarlo. Sudoroso y jadeante, le vi desaparecer a lo lejos. Me apoyé en los muslos. Noté el móvil en el bolsillo izquierdo. Miré la carretera.
Fue la última vez que lo vi en persona»
¿Cómo?
Para arrancar el proyecto nos hemos fijado como objetivo 920€; esta es la cantidad que recaudaríamos si alrededor de cincuenta mecenas se hiciesen, cada cual, con un ejemplar de esta primera edición.
- Teniendo acceso a las galeradas de edición.
- Recibiendo un ejemplar semanas antes de la salida al mercado de la obra.
- Si bien, también podrías ver tu nombre en los agradecimientos aportando un poco más.
Los fondos recaudados, se utilizarán como ayuda para sacar adelante esta primera edición de Los días que saldría después a la venta.
Además...
Sabemos que son tiempos difíciles, también nosotros los sufrimos, y es posible que no te encuentres en disposición de apoyarnos con tu mecenazgo en estos momentos... pero esperamos que si esto te ha llegado al alma, incluso si tal vez conoces en persona a la autora, trates de difundir esta campaña (facebook, twitter, blogger, boca-oreja... ) para que alcancemos nuestra meta y Alejandro Molina Bravo vea publicada su obra.
Gracias por vuestro tiempo.