Propuesta
Según las estadísticas que provee el Departamento de Salud, se estima alrededor de 49 casos de abuso sexual infantil a diario en Puerto Rico. Solo el 16% de los casos llegan a ser reportados, dejando miles de niños sufriendo irreparables trastornos psicológicos y emocionales que llevan consigo a la adultez si no se atiende a tiempo.
Los problemas que se presentan en víctimas de abuso sexual infantil son variados, los más comunes son: fobias, ansiedad, insomnio, depresión, problemas en relaciones interpersonales, baja autoestima, problemas alimenticios, alcoholismo, abuso de drogas, entre otros.
De acuerdo a la investigación que he hecho en relación al tema, he llegado a entender que los niños que son abusados no hablan sobre lo que les está pasando por variedad de razones. El incidente queda en la oscuridad por ignorancia del niño acerca del tema, amenazas de parte del abusador, incluso sentido de culpabilidad.
Los niños más propensos a ser víctimas suelen padecer de baja auto-estima. Por lo general reciben poca supervisión, atención y amor de parte de sus padres.
Actualmente no existe un currículo escolar que toque el tema de la sexualidad en todas sus dimensiones; y mucho menos se habla de manera abierta y saludable con adultos en otros entornos públicos, donde el niño vea y aprenda por referencia de ejemplo, modelos de sexualidad sana que le ayuden a comprender. Por el contrario, cuando son expuestos al sexo por medio del abuso, está ocurriendo algo que nunca van a comprender y por ende, por desconocimiento no saben que es incorrecto o indebido.
Mi propuesta se enfoca en la necesidad de solucionar un problema complicado que tiene efectos negativos en la futura generación de Puerto Rico.
Estrategia
El trabajo va dirigido a los niños de los cinco pueblos donde hay mayor incidencia de este tipo de crimen: Utuado, Humacao, Ponce, Arecibo y Aguadilla. Voy a comunicar por medio de pasquines en forma de burbujas de texto, una serie de frases de aseveración de valor, valentía y seguridad, más lo que debería ser conocimiento básico sobre sexualidad entre los niños de edades entre 6 a 8 años. Serán mensajes cortos, compuestos de una sola oración.
Las burbujas serán pegadas en paredes cercanas a escuelas y parques, a una altura propicia (3’-4” a 3’-7”) para que el niño se encuentre cara a cara con los mensajes y lo entienda hecho a su medida para él o ella. Los colores que utilizaré, tonos azules y anaranjados, serán clave para llamar la atención de los niños de manera inmediata.
Impacto
Trabajo esta idea bajo la premisa de que los niños no están reportando los casos, porque no saben que lo que les está sucediendo está mal. Quiero evitar que sigan sufriendo abusos por ignorancia y por medio de estos mensajes fomentaré conversaciones obligatorias que se darán entre los niños y sus padres una vez se enfrenten a ellos.